5/1/08

Historia de un brujo desalmado

Juan Steiner me relató una historia apócrifa que al lector puede resultarle confusa. Ya se sabe que el mito registra la huella de lo que no fue y que muchos lumbreras alucinados hacen del pasado un sistema reaccionario de esclavización por naturaleza. Juan Steiner no responde a este perfil, nunca hincó los dientes en el cuello de nadie y pocas veces sostuvo la flama de los poderosos. Según Steiner, la lectura de una inscripción en la iglesia de Santa Úrsula en Colonia lo llevó tras la pista del visionario alemán Hermann Joseph de Steinfeld. Este beato se embarcó en una expedición rumbo a América Latina y allí intentó poner en pie la leyenda de las once mil vírgenes. Como mecanismo de disidencia, muchas indias trenzaron sus melenas formando una tela de araña inflamable, negándose así a la consumación espiritual del expolio. La fe en su crueldad infinita hizo de Steinfield un fabulador sanguinario y también un impostor de poca monta. La historia está llena de brujos sin alma. El día de la hispanidad me pela los huevos.