31/12/07

La tienda de los enfados

Fotografía de Silvia Nieto

- Buenos días. ¿Me pone un enfado?

-Claro que sí. ¿De qué tipo?
- Había pensado en algo sencillo...No sé...un empute con mi mujer, una riña con el jefe. Ya me entiende. Algo con una buena relación indignación-precio.
- Entiendo. De todos modos, me gustaría ponerle al corriente de la promoción que estamos estrenando, de manera excepcional, y sólo durante este mes.
- ¿Y?
- Verá: se trata de una nueva serie que llamamos "triple rabieta".
- Ah. Y ¿qué es?

- Forma parte de un programa de ensañamiento con el cliente sobre un eje temporal que...
- ¿Qué quiere decir?
- Bueno, para entendernos: es un disgusto a plazos.
- Ah. ¿Y eso?
- Hombre, no voy a engañarle. Es un poco más caro que una disputa familiar, una ofensiva comercial o ese tipo de artículos de facturación perversa. Pero una cosa si le garantizo: con este producto, usted podrá alcanzar un grado de ira o desilusión, un ambiente de cizaña o de neura tan incomparablemente auténtico que no podrá notar diferencia con uno de verdad. Nada que ver con cualquier otro método que haya probado antes para buscarse problemas. ¿Qué me dice? ¿Le gustaría probarlo?
- Pues, ¿sabe qué le digo? Que lo compro. Hace tiempo que necesito un enfado por lotes.
- ¡Muy bien! Le felicito. Ya sabía yo que usted no era de esos que se toman a chiste las broncas. en este mundo de alimañas, un carácter fuerte como el de usted -si me permite decirlo- es lo que hace falta. Se lo digo por experiencia.

Una semana después...
- Buenos días. Tengo que hablar con el vendedor.
-¿Es usted cliente nuestro?
-¿¡Cómo!? Hace sólo una semana que estuve aquí y ¿Ya quiere desembarazarse de mí? Llame enseguida al vendedor, porque estoy empezando a disgustarme.
- Buenos días. ¿En qué puedo atenderlo?
- Su "triple rabieta" es una mierda, ¿Me entiende? ¡Una mierda! Como las otras dos sean iguales, le voy a poner una reclamación por trato cordial con el cliente, que se va a cagar como un niño de teta.
- Pero, hombre, usted no ha jugado limpio con nosotros. Se ha largado a la competencia y les ha comprado el último modelo, y ahora viene a ponerlo a prueba, ¿No? Sepa que tenemos un seguro contra enfados, y que no se me vaya a poner farruco, porque no es asunto nuestro devolverle su buen humor y su talante dispuesto al diálogo. Usted firmó un contrato por tres semanas, y lo va a cumplir, le guste o no.
- ¡Eso es, coño! Menos mal que ustedes no se acojonan tan fácilmente. Estoy harto de los que prometen enfados y luego no llegan ni a decepcionarte. Pero ándese con ojo, porque voy a mirarlos con lupa.
- Vuelva cuando quiera. Estamos aquí para joderle la vida.
- Encantado. Han sido ustedes muy cabrones. Váyanse a tomar por culo, y quédense con su mierda de enfados. Gracias.
- No hay de qué, bastardo. No hay de qué.

Dos semanas después...
- ¡Buenos días!
- Buenos días.
-¿Qué? ¿ya se le ha pasao el enfado?
- Sí. Es una lástima. Me ha sabido a poco.
- Calma, calma. Tenemos lo que usted busca, hijodeperra.
-Pero, ¿¡Cómo se atreve!? ¿Será cabrón el hijodesuputamadre éste?
- No lo esperaba, ¿Eh?
- Es el "enfado latigazo". Cuesta dos euros la unidad. Ideal para sorprender a sus amigos, o quién sabe, a sus allegados, al vecino que se queja del silencio...
- Póngame una docena ahora mismo.
- No se arrepentirá.
- Más te vale.
- Por cierto, me debe dos euros, sinvergüenza.
- Es lo justo. Ahí van.
- Gracias.
- Que te follen, timador.

Un cuento de Gilberto Da Costa.

6 comentarios:

Mariángeles (VERA) dijo...

Muy divertido e irónico. Me recuerda a Girondo y, por ende, a Cortázar.

Ariadna dijo...

Buena ficción pero no muy lejana... por el camino que vamos algunas empresas (vease telefonía movil) nos empezarán a cobrar por putearnos

Anónimo dijo...

Jajaja
Me has hecho reir en soledad. Maravilloso.

PD: Buen apunte de Vera, Oliverio Girondo es un genio. Corázar también, pero está más lejos, creo.

eSadElBlOg dijo...

eso es la jodida atencion al jodido cliente!

ese dependiente progresó y ahora se dedica a los trasnportes, donde el cabreo es puro merchandising.

Emmanuel dijo...

Ja ja ja ja.
Voy a buscar más de este autor, que no conocía.
Una mierda haber encontrado tu blog, cabrón.

Gabriela dijo...

Me encantó!
para regalar a mas de uno...