5/12/08

Fuera de babia
















Los caminos del señor son transitables
hacia la guerra.
Los gobiernos celebran cuerpos inocuos,
la sangre tributaria
parece que no pasara sobre los muertos.
Los caminos del señor son todo carne y hueso.
Los hombres de paz
con sus dádivas y ofrendas
persiguen el horizonte
de una puta desarmada.

II

Descubierto el terrorismo institucional
piensan que la bala solo tiene billete de ida.
Venga, hombre, clávate en la piedra. Despídete de ti.
Niños soliloquios
peregrinan en silencio
a través del camino del señor
calabaza en mano
ojos hendidos
y un hueco de odio
dibujado en el pecho.

3 comentarios:

Madeja de Palabras dijo...

Los caminos del señor, esta vez, fueron más que carne y hueso. Llegaron hastas la médula.

Y ésta ya estaba roída por ¡tantos verbos!

Saludos

Anónimo dijo...

Ésos no son los caminos del señor, sino los de los cabrones habituales, el día que lo entienda escribiré algo serio.
Un texto seco y duro como la muerte , me ha encantado.
Saludos.

Moriah dijo...

Esos caminos se convierten en laberintos, de los que parece que no hay salida. Laberintos con paredes de cristal donde nos golpeamos al andar.