26/2/08

Mi ego inflamado.













Oigo a mi yo palpitar indoloro,
siento que el magma puede estallar,
abatido y humano, delicado y abismal.
Soy un lunes en mitad de la noche,
parapetado en el suelo de la ciudad.
Yo rompo todos los obstáculos,
soy como un cuento sin final.
Y mi alma baja a los infiernos,
bate la conciencia a la comodidad.
Yo sin ti muero impaciente,
síndrome rampante, informe desigual.
Con el nombre, en el sexo, por el juego,
mi ego inflamado o la única cosa que no puedes comprar.

6 comentarios:

eSadElBlOg dijo...

un post intenso desde luego, creo que tengo leerlo un par de veces.

colorprimario dijo...

Y decía cierto poeta místico que todos tenemos dos egos: uno diminuto y uno monstruoso. El yo humilde que todos pretenden amar porque es incapaz de realizarse, y el otro, más furibondo y poderoso, más oscuro, más trágico. Ese yo soberbio que nadie ama, pero que, gracias a su fe en sí mismo, lo puede todo.

"And Don´t give up the fight..."


Saludos

goloviarte dijo...

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te conocerán un poco mas
soy un particular en esta aventura y voy de blog en blog escogiendo a los mejores a si que pásate y deja tu blog en el libro de visitas,si consideras que esto es spam te pido perdón y ya que estas en el mira algo de publi,eso valora mi trabajo

Maria Coca dijo...

Me gustan tus versos. Tienen fuerza y la derrochas...

También me ha gustado tu comentario en mi blog. Gracias por tu punto de vista.

Besos desde mi orilla.

Anónimo dijo...

"La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla."
Salud desde el Sur.

Anónimo dijo...

ah! me gustó el símbolo fálico de la foto