Fotografía de Silvia Nieto
Me equivoqué:
las flores sólo viajan por alegría.
En ella vive el fuego,
y luego en discreta conclusión,
vendrá la lluvia.
Tal vez, de tanto,
su dulce fuga,
quisiera ser un soplo,
y decir sin palabras,
a veces desnudas,
adheridas de frío sol,
maleadas.
Qué imagino o recuerdo,
esferas de colores,
qué cuestiono lo inmóvil,
si se marcha incontrolable,
feliz, sonríe alucinado.
3/4/08
El soplo alucinado
publicado por
Pedro Chincoa
en
23:19
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Tiene usted un gusto literario exquisito.
Iris
No existe límite entre el amor y el odio...
Un abrazo
Tania
cuestionando lo inmovil...
siempre en movimiento
incontrolable.
Publicar un comentario