9/9/07

La otra estrategia del caracol












Dejo el correo en el mostrador y también el saludo precipitado de buena mañana. Muchas veces los sorprendo hojeando algún periódico de derechas. Algunos simulan una lectura malograda, otros solo estrujan el periódico con los dedos. El uniforme azul se camufla con el negro de la entrada. Los mayores parecen hinchados de alcohol. Una calvicie rotunda los delata por muchos años. Viven en el mismo edificio que su dueño. Estamos en Sarriá. Una condición indispensable. La otra fue comulgar en silencio o en directo con la línea franquista de pensamiento. Muy pocos son catalanes o catalanistas. Tienden a las frases cortas y correctas. No se trata de promover asperezas. Narro ingenuamente desde la experiencia. A la realidad no le hace falta ser verosímil. Soy testigo por azahar. Pienso en la literatura como una metáfora de acción. Veo a los porteros en su soledad, airosos del síndrome de Ulises, como el corredor de fondo que anuncia la dispersión. Con ellos mi gratitud. Contra todos la explotación. Esta conciencia es un abismo macerado en el frío de la despensa. Quiero desearte suerte portero. Mereces otra oportunidad. Elige bien donde te sitúas portero. Alza la voz si es preciso portero. No te arrugues voluntariamente portero. Mete los pies en agua y sal portero. La casa perderá si es preciso portero.

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