6/11/06

dónde sueñan las hadas



Francís acaba de llegar a la estación de Santa Justa. Sus pies empiezan rodar.
Lleva unas botas grandes, de puntera rectangular, que han adoptado forma de
barca de tanto andar por las amplias avenidas de la ciudad. Es una mujer alta y
robusta, despierta e intuitiva, que deja entrever su acercamiento al mundo de la
calle, la prostitución o el abandono familiar.
“Entro en el servicio y las veo pintarse la cara. No sé porqué lo hacen. Bueno sí lo sé, por el dinero. Pero en serio, ¿Creéis qué hace falta estar ahí, mostrándote cómo si fueras un maniquí de tres al cuarto? No hay necesidad de crear clientes así. Se trata de establecer una relación más íntima con él. Lo llamas cuando tengas tiempo y ya está. Si hay complicaciones rutinarias, se encarga el Ivy de él. Pero bueno, así es una mujer que esté metida en la prostitución puede tener muchas cosas, apartamentos, coches, ropa, pero sabe perfectamente, eh, que está metida en la mierda.”

Me explica que tiene dos hijas y que hace dos años que nos las ve. Su marido
tiene la custodia de ellas.
Cuando le pregunto porqué está en Sevilla me dice que busca centros sociales de acogida. Entonces caigo en la cuenta de que hay algo en la escena que no cuadra. Contradicciones, muchas contradicciones; una mujer que espera un juicio por violación. Ivy, albanés, un chuloputas que se dedica a la trata de blancas, robos por extorsión y alguna que otra chulería más, la viola brutalmente por unos cuantos euros. Tres visitas a una planta de psiquiatría. Tres salidas voluntarias. Fuma incansablemente, hasta el punto de afirmar que vive para fumar.

- “He perdido a mis hijas, a mi familia. He perdido parte de mi dignidad.

Pero no está todo el tiempo lastimándose por su recorrido. Su voz tiene tonos juveniles, de mujer amable, pícara y educada. Tiene 29 años. Ha vivido rápido, quizá sin obsesionarse con el tiempo y su adherencia a cada uno de nosotros, que somos un puñado de partículas atraídas por una pelota de trapo. Y la pelota con sus hilachos.
Y Francis por fin se deshace de las botas, estira las piernas y se vuelve a vaciar contando los hechos que la razón constituyente nunca logrará desvelar.

Desnudar la realidad;
Pásenle el brillo al Estado social, democrático y de derecho.
Adelante, aprendan a decir NO.
Salga del atolladero.
No se niegue a los prodigios
Ordene a la luna, al sol
Desate el trueno y el rayo.
Decídase.

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