14/11/06

supervivencia o bienestar


Quizá haya pasado mucho tiempo para hacer un comentario sobre La pesadilla de Darwin, esa criatura documental, monstruosamente humana.En cualquier caso, me da igual, ciertamente.El documental, como género de representación, tiene un objetivo concreto: desempolvar el manto de vergüenza que fomenta Occidente con África en general, con los miserables en concreto.Sembrar el campo de heridas para después arreglarlas con tiritas que alguna ONG aporta a cambio de ¿Pescado? ¿Árboles? ¿Prostitutas? ¿Animales? Tal vez suceda de esta forma, tal vez la crítica no sea nada más que una falacia sobre el estado de ánimo de nuestro sillón, o nuestro programa de radio.La perca del Nilo, un tiburón de piscifactoría que aniquila el ecosistema del mayor lago tropical del mundo. El pez y sus consecuencias. El comercio exterior y el inglés comercial, ya sea en Rusia o en Pekin, el negocio, sucio o con gomina, abrasa el corazón de África: "Tanzania, Tanzania", cantaba la puta de ojos tristes."Ahora tengo un trabajo", responde la mujer que reordena los deshechos que la fábrica no quiere. Señores, de tripas, corazón. "No sé. Buena pregunta" responde el dueño de la fábrica de pescado cuando le comentan la hambruna que padece el país.el pez que se muerde la cola. ¿ECONOMÍA SOCIAL? ¿ Qué es eso? ¿ Lo de cooperar? Efectivamente, este es un documental para ponerlo en un instituto. Todos esos niños engreidos y satisfechos deberían apreciar que hay muchos que sueñan con ser pilotos, o policías o simplemente felices. Como olvidar esas caras, esos gestos, de una solvencia brutal y desgarradora. Dios es perfecto, y el mondo es aproximadamente imperfecto. Dios no existe, Mamasari, dime que dios no existe.

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